El dibujo le permite, como ella misma lo expresa, un respiro poético, una libertad de forma que la materia tridimensional limita. Sin embargo los dibujos de Canzio son escultóricos, no sólo por la especialidad constructiva de sus formas, sino por su materialidad.
Tanto en el dibujo como en la obra escultórica la experimentación del material forma parte del centro de interés de Mónica Canzio. Inventar, trabajar con las manos, indagar en las posibilidades expresivas, conforman una parte esencial de su praxis poética. Caracterizados por una fuerte expresión gestual de trazos de barra de óleo, temple, carbonilla o tintas, transmiten el espesor casi corporal de la línea.
En el dibujo como en la escultura, Canzio desarrolla una imagen preponderantemente orgánica y simple, en la que se evidencia la herencia minimalista. Su imagen abocetada remite a una ideación arquitectónica. Se trata en general de estructuras simples que no corresponden a una geometría estricta. Por eso, a pesar de su sencillez formal, la originalidad de estas secuencias o estructuras nos hacen reflexionar y nos lleva a ampliar la experiencia de la geometría clásica. Son geometrías humanizadas, donde se funden geometría y formas orgánicas, lo femenino fundido al trazo fuerte de lo masculino.
Venus, el título es una cita de las prehistóricas Venus estatiopigias del paleolítico
ADRIANA LAURENZZI